Niñas y niños fueron los protagonistas en ceremonia ancestral de Año Nuevo Mapuche
En el Jardín Infantil Kipai Antú, de La Pintana, más de 300 personas participaron del wiñol txipantü (vuelta del sol), rito comunitario con el que se recibe el solsticio de invierno.
Cada año, entre el 21 y 24 de junio, se celebra el wiñol txipantü (vuelta del sol), festividad que coincide con el solsticio de invierno austral, un fenómeno cósmico donde el sol se aleja de la tierra, siendo el día más corto del año y la noche más larga. De ahí en adelante el sol -Chau Antü y/o Tata Willka- inicia su acercamiento hacia el planeta, lo que marca la finalización del período de cosecha y el principio de una nueva época de siembra. Se renuevan las energías de las personas, de los animales y de la naturaleza.
Para recibir este nuevo ciclo, la comunidad del Jardín Infantil Kipai Antú, establecimiento de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) en La Pintana, abrió sus puertas para recibir a más de 300 personas, entre niñas y niños, apoderados, representantes mapuche (machi, lonko y sabios de la comunidad) y autoridades, entre otros, para compartir una ceremonia que da cuenta de la interculturalidad que se vive en los jardines infantiles de la JUNJI.
“Según el catastro 2016, en la Región Metropolitana las niñas y niños pertenecientes a pueblos originarios son más de 3.700, siendo el pueblo mapuche el que cuenta con el mayor número de párvulos. Para nosotros la interculturalidad es fundamental, pues promueve el conocimiento y respeto de las tradiciones y lengua de nuestros pueblos originarios, un valor que estamos promoviendo desde la primera infancia”, destacó la Directora Regional Metropolitana de JUNJI, María Teresa Vio Grossi.
Por su parte, la alcaldesa de La Pintana, Claudia Pizarro, quien fue apoderada del Jardín Infantil Kipai Antú, destacó que “la interculturalidad entregada a los niños es fundamental para que conozcan sobre la cultura Mapuche. Ellos nunca olvidarán este tipo de ceremonias y serán ellos quienes traspasen la historia a las generaciones futuras”.
El Wiñol Txipantü, ceremonia que se replica en los jardines infantiles de la JUNJI a lo largo del país, busca que desde la primera infancia los niños y niñas se acerquen a su cultura y tradiciones. Esto, porque para la Junta Nacional de Jardines Infantiles es fundamental promover una educación parvularia inclusiva, para todos y todas: cerca de 200 mil niños y niñas reciben educación pública, gratuita y de calidad desde el comienzo, en los casi 3 mil programas educativos y de ellos 9.396 niños y niñas pertenecen a pueblos originarios.
Además, y gracias a un convenio con la CONADI, hoy contamos con cerca de 200 jardines infantiles denominados interculturales ubicados tanto en zonas urbanas como rurales con alta concentración indígena, en los cuales se enseña a los niños y niñas a valorar, preservar y reconocer la cultura de los pueblos originarios.